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Gran éxito para Roger Waters, que recurrió a los tribunales la cancelación de su concierto por parte de la ciudad alemana de Frankfurt de cara a mayo, alegando que era «antisemita».
Diversos medios recogen esta sentencia del Tribunal Administrativo de Frankfurt, que ha considerado que el ayuntamiento de esta localidad no puede cancelar el show las alegaciones esgrimidas como causa de su decisión.
Considera que «no hay indicios» de que Waters, en su concierto, vaya a realizar «actos delictivos», como se le acusa preventivamente, en referencia a eslóganes o símbolos referentes a los israelíes. Frankfurt alegó que el artista iba a mostrar simbología «contraria a la Constitución» y que incitaba al odio a la minoría judía.
La ciudad también alegó que con su accion quería enviar una muestra «contra el antisemitismo» porque además el concierto se iba a celebrar en el recinto propiedad municipal del Festhalle, donde fueron detenidos cientos de judíos durante la época nazi y el posterior exterminio.
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